viernes, 9 de noviembre de 2007

Una Historia de Amor... solo para románticos

Sucedió en la ciudad de Calama, en un verano inolvidable, en enero del 1974. Invitado por la señora Nelly, suegra de mi querido hermano Reca, pese a haber repetido el año (exclusivamente por razones políticas). La conocí allí, obnubilándome completamente; hecho que, por supuesto, fué solo unilateralmente. Ella no prestó mayor interés por este afuerino desconocido. La cosa no pasó de allí, manteniéndose esa admiración, hasta que la vida fué olvidando ese recuerdo, pero sin que desapareciera completamente.

La vida continuó en Antofagasta, los estudios, el egreso y después, la práctica. Regresé el 77 a mi querida ciudad natal, La Serena, a intentar tener un espacio laboral por allá. No fué posible por mis propios medios, y, tampoco recibí la ayuda que en algún instante creí posible.
Al final, un regreso derrotado. Mas, como siempre, el destino tiene la palabra y... volví a subir a Chuquicamata. Por esas casualidades de la vida, ingresé a Codelco, a trabajar.

¿Qué creen ustedes? Me volví a encontrar con Leonora, yo ya convertido en un trabajador, ella en el instante que la encontré era una viuda, con un precioso niñito -como el que toda mamá sueña- y que, por ese azar de la vida, tenía un gran parecido al "principito". (su nombre es Kraus). Comencé a frecuentarla, claro está, sorteando al papá, que la cuidaba mucho. Pero, como Castillo, inclinado por la lectura y, siendo este señor, también un lector, eso sí de otra línea (western), pudimos entablar una relación e intercambio de libros. El paso más dificil, estaba sorteado. Luego vino la seducción. Dificil también por cierto, pero que de a poco, con paciencia y ternura, fui conquistando su corazón, eso sí, en un amor secreto , pues siempre existía el riesgo de no ser aceptado por el padre, como pretendiente de su hija.
Así, era común robar besos rápidos en la cocina, en el pasillo o en el patio.

Como dije antes, el destino tenía preparado otro camino. Esta vez además, ayudado por terceros, que por razones no publicables no se puede contar, Leonora terminó esta relación, pidiéndome cartas, fotos y demases. (y no es chiste). Pensé yo, que en realidad no me amaba y desaparecí de su vida. (qué equivocado estaba! pero...).

Así entonces, meses después, me encontré frente al altar, en la Catedral, casándome. Primeros años buenos, los posteriores difíciles y, los últimos, desagradables. Al final, terminé separado y, con ese amor por Leonora completamente al fondo de mi corazón, de donde no salía para nada. Siendo honesto, no la recordaba ni pensaba en ella. (Tampoco sabía de su vida).
Ella, al contrario, no me olvidó. Tuvo otra pareja, hijos -al igual que yo- pero con los recuerdos vivos. Guardó las fotos, tarjetas, cartas, etc. (sin que se las descubrieran) y siempre se enteraba de lo que me sucedía. Sin embargo, nunca intentó comunicarse, esperaba que yo lo hiciera.
El 2006, en enero, debido a la segunda vuelta en las elecciones precidenciales, me atrevía a subir a Chuquicamata, invitado por mi hermano Reca. Fué un lindo día, pese a la derrota política. Me sentí estupendamente bien, considerando que, la última visita a Chuquicamata el 96 fué desastroza, ocasión en que me llevaron de Calama a Antofagasta casi agonizante y derecho a la Clínica, donde quedé internado un mes.
Entonces, se produjo el evento esperado tanto tiempo por Leonora: Me acordé de ella, y, dado que me sentía bien allí, en Chuquicamata, la llamé por teléfono, número que me facilitó mi cuñada Ruby. Así, después de 25 años, volvía a escuchar su voz. Fue emocionante. Quedé de volver el fin de semana siguiente, pero como uno propone y... no pude subir.
Nueva llamada, dando explicaciones... Al final, hubo una nueva desconexión, cosa que se superó el día que ella me llamó, diciéndome que iba a Antofagasta, y que le gustaría nos encontrásemos. Qué me dijeron a mí! El corazón latió con fuerza.
Quedamos en encontrarnos el domingo, frente a una conocida tienda, en el paseo Prat.
Allí estaba yo, muy puntual, obviamente. Pero no llegó a la hora convenida. Claro está, esperé pacientemente. Tenía frío, estaba cansado pero, estoicamente, esperaba, sentía que debía esperar. Casi hora y media después, tras sortear dificultades, ella apareció. Casi simultáneamente, nos preguntamos "eres tú...?" SI.
Un gran y estrecho abrazo, y un cálido beso, nos transportó atrás en el tiempo. Ese día, 5 de marzo, del 2006, reanudábamos lo que 25 años antes, bruscamente, había terminado. Demás está decir, pero para que se sepa, en ese tiempo, andaba yo con bastón, con la salud deteriorada y con el ánimo, completamente decaído, deprimido en gran grado. Hay testigo del cambio que se produjo "post". Entre ellos, mi madre que puede dar fé, y, que por esas circunstancias de la vida, se lleva estupendamente bien con ella. (reconociendo también, que con la ex, igual se llevó bien).

Ahora, ya cerca de cumplir dos años de una muy buena relación (era la mujer de mi vida, sin duda), nos encontramos haciendo planes futuros, comprometidos y... llenos de amor, pese a que aún no vivimos juntos, dado que ella trabaja en Calama todavía, pero con la gran esperanza de que pronto, estaremos juntos por el resto de nuestras vidas.

Mas detalles de esta historia, a pedido, o, en su defecto, esperar a que escriba un libro contando la historia completa y detallada.

martes, 6 de noviembre de 2007

El tiempo pasa....

El tiempo pasa y, ya podemos apreciar que el espíritu navideño se apodera de tiendas y locales. Espiritualidad exacerbada? nó, solo competencia económica, lamentablemente.
Por supuesto, ya hay que pensar en algunas compras, no obligadas, pero necesarias, al menos, para cumplir con los "queridos" hijos, que, si se utilizara el "libro negro" de antaño... tendrían que conformarse con poco.
Aunque reclamo ahora, que el famoso libro negro fué un elemento de abuso de poder, utilizándose aunque sus páginas estaban blancas. (o mejor dicho, levemente tiznadas).
Yo este año, tengo una lista grande, para enviar al famoso "pascuero". Veremos, una vez más, como resulta.
Aparte de solicitudes referidas a Cariño, atención, preocupación y etc... en la parte estrictamente "material" tengo algunas peticiones difíciles, pero con gran esperanza. Ya tendremos ocasión de celebrarlo, si es que llegan.
Que no se les pasen los días....